Fahrenheit 9/11
Problemática de Irak
Uno de los films más controvertidos y provocativos de este año, Fahrenheit 9/11 es el último trabajo del director Michael Moor, quien examina la administración del presidente George W. Bush tras los sucesos del 11 de septiembre de 2001.
Conocido ya el controvertido Moor (por películas como Bowling for Colombine), es en su último trabajo Fahrenheit 9/11 que se plasma con más ainco su humor y su convincente “manera de mostrar los hechos”. El inmiscuirse en el cómo y en el por qué de la política adoptada por Bush, esto es, convirtiéndose en una aguja quirúrgica en la dinámica administrativa estado unidense.
El documental trata los vínculos incoloros que existen entre la familia Bush y los magnates árabes, alianza económica que tiñe inescrupulosamente de sangre el desierto iraki.
El documental, cumple su función. Da un paseo, comensando desde el triunfo presidencial de Bush ante Al Gore, hasta el estallido de la guerra en Irak, obviamente pasando por los sucesos más relevantes de al política interior norteamericana y, a su vez, la dinámica de la política exterior; política que se traduce en una lucha contra el terrorismo (el otro que no queremos conocer) y, así una cruzada por la libertad (libertad desde la perspectiva de un modelo neoliberal avasallador y castigador).
A su vez, se muestra la indolencia perezosa de un nuevo Presidente, que se muestra jugando golf, pescando, o disfrazado de vaquero y acompañando a su perro a cazar armadillos, todo esto a solo horas de haber sido elegido presidente - según el Washington Post, Bush lo pasó descansando de no hacer nada. Es el presidente más flojo y comodón que ha tenido Estados Unidos, un zángano remolón, un hijo de papá acostumbrado al ocio opulento-.
Significativo resulta el aporte de este documental, al analizar la manera en que se utilizó el miedo, de manera sistemática, para fomentar un clima de guerra: la invención de las armas de destrucción masiva. Más interesante resulta la invasión a Irak descrita por soldados que no entienden por qué están allí y, conmovedores resultan ser las entrevistas a familiares de estos jóvenes (en su mayoria latinos que buscan una visa), víctimas de la codicia de un hombre.
Fahrenheit 9/11 no es una obra maestra. Sin duda muestra la realidad a la que muchos estado unidenses quedan sujetos, no obstante, al ser un espectador latinoamericano que desconoce la realidad interna de Estados Unidos, debemos ser aún más críticos. Esto es, debemos leer entre lineas, preguntarnos: ¿Cómo entendera esta película un gringo?
Probablemente nos demos cuenta que Estados Unidos está siendo conducido al desastre por una pandilla de incapaces aventureros, afanosos de lucro, pandilla que "sin querer queriendo" alimenta la industria cinematográfica - recordemos que Hollywood es mantenido por la CIA (como ya fue demostrado durante la guerra fría)-, asi pues, esta película de Moor resulta ser un bofetón de conciencia para el inexperto espectador.
-Jote
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