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No pecaré de ignorancia,
cuando entre dientes
susurres tu nombre
o tu aliento me quite el sueño.
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Viernes: Día Negro

“(...) el director tenía un guión muy corto y muchas horas de película (...)”

Ir al cine reafirma nuestros sentidos de estética y, nos enriquece culturalmente. Por lo general es así. Hay veces que dan ganas de no gastar más morlacos en esta industria de la fantasía.

En el Cine Arte Alameda se exhibe un film que hará derramar más de alguna lágrima del público: “LO BUENO DE LLORAR”, de Matías Bize. El proyecto ahonda en la relación de una pareja sumida en el silencio incómodo en busca de una solución al problema: darse una oportunidad y conversar.

A mi parecer el director tenía un guión muy corto y muchas horas de película, me arriesgo a decir que hubiese sido más entretenido ver pantomima.

Sin duda, mucho tiene que ver con la predisposición del espectador para disfrutar del cine, -no puedo olvidar que cuando vi el film era un Día Negro-. Entonces, expectante a la película más triste del año, aguardo anclado al fondo en un sillón piñufla, -“cagao’ e’ la risa”-, preguntándome si valió la pena pagar por cruzar el umbral hacia el templo de la caja de luz.

“LO BUENO DE LLORAR” siempre resulta ser una experiencia positiva, un chascarro para pasar tranquilo un Día Negro.